– Viendo la quinta, uno puede pensar que es imposible ver una adaptación potteriana peor, pero se equivoca…
– El guionista, Steve Kloves (al que siempre agradeceré la magnífica Los fabulosos Baker boys) ha vuelto después de la masacre del título anterior…. pero pa’ que lo hiciera…
– Más que una película, parece que estamos viendo un collage hilvanado sin gracia y con puntadas muy gruesas
– Ron y Hermione están más preocupados por sus efervescencias romántico-hormonales que por la seguridad del mundo mágico (y ella casi nos hace olvidar que es la primera de su clase)
– Lavender Brown, el ligue de Ron, tiene más protagonismo que Voldemort (además de un cierto parecido con la Elsa Pataky de Al salir de clase)
– Una de sus mayores bazas, es ir comparando las evoluciones físicas de los protagonistas (lo cual no dice mucho a favor del argumento)
– A pesar de que mi acompañante no este de acuerdo, Ron cada vez está más buenorro (¡por Yoda, que no me le corten el pelo!)
– Si se van a poner en plan “Sweet sixteen”, que lo hagan bien. La historia de amor entre Harry y Ginny está mutilada y el primer beso de la novela, es de esos que reducen la vida en uno o dos años. ¡Aprovechad el material original, leñe!
– Habría que practicarle un cruciatus al estilista que ha ideado el corte de pelo de Harry en las dos últimas entregas. Un chico al que le vuelve a crecer el pelo a minutos de cortárselo y que, haga lo que haga, siempre lo tiene revuelto, no puede llevar ese peinado de primera comunión
– Dumbledore cada día se parece mas a Gandalf
– El niño que hace de Voldemort preadolescente (Hero Fiennes Tiffin) tiene mucho futuro…. en todos los sentidos. Se nota que de Fiennes le viene al galgo…
– Las actuaciones, en general, son más convincentes. Siempre es un placer ver a Alan Rickman y a Jim Broadbent nos lo creemos todito todo
– ¿John Williams ha sido eliminado con algún maleficio o lleva la capa de invisibilidad?
– Un final que debería poner los pelos cual púas de Espinete en el Ártico se queda en “Ya es otoño en El corte inglés”
– ¡Que mayor está mi McGonagall, jop!
– Harry anuncia que es el elegido con mas convicción y orgullo que Neo al final de Matrix (la primera, of course. Las otras dos, en lo que a mi respecta, no existen)
– Han subestimado la memoria freakil presentando como nuevo «septumsempra», un encantamiento que ya aparecía en la dos…

Sí, lo sé. Mi retonno se ha retrasado mucho. Demasiado. Pero es que cuando más lo postergaba, más espectacular tenía que ser el regreso. Y, al final, lo que me ha hecho regresar, no ha sido un artículo más o menos currado, si no la necesidad de desahogar mi freakismo.

No olviden pasar por la encuesta de la derecha. Prometo no arrancar (demasiadas) cabezas si no gana Wall·E 😉